lunes, 30 de julio de 2007

traducciones de catulo por leonor silvestri



Poema 8
Triste, Catulo dejá de decir estupideces, y lo que ves que se perdió, dalo por perdido. En otro tiempo, soles radiantes brillaban para vos, cuando a menudo ibas adonde una muchacha te llevaba, amada por mí como ninguna otra va a ser amada. Entonces aquellos muchos goces ocurrían, los que vos querías y la muchacha no negaba. Verdaderamente, soles radiantes brillaban para vos.
Ahora ella no quiere; vos tampoco, desenfrenado, quieras, ni sigas a la que huye, ni vivas triste sino con ánimo perseverante soportá, resistí.
Adiós, muchacha, Catulo soporta, ni te va a requerir ni a rogar contra tus deseos. En cambio vos vas a sufrir cuando nada se te ruegue. ¡Ay de vos, maldita! ¿Qué vida te espera? ¿Quién te va a ir a visitar ahora? ¿A quién le vas a parecer hermosa? ¿A quién vas a amar ahora? ¿De quién se va a decir que sos? ¿A quién vas a besar? ¿De quién vas a morder los labios?
En cambio, vos Catulo, firme, resistí.[1]






Poema 76
Si algún placer tiene el varón que recuerda los favores pasados, cuando medita qué es la honestidad, aquél que ni violó la sagrada confianza ni ningún pacto, ni hizo mal uso del poder de los dioses para engañar a los hombres, entonces muchas felicidades te aguardan a vos, Catulo, preparadas durante una larga vida, por causa de este ingrato amor. Pues cualquier cosa que los hombres puedan decir o hacer en bien de alguien, esto lo hiciste y lo dijiste, todo lo cual pereció al ser confiado a una mente ingrata.
¿Por qué te torturás tanto por este asunto? ¿Por qué no endurecés tu espíritu y te retirás de ahí, y dejás de estar triste ya que los dioses se oponen a que lo estés? Es difícil hacer a un lado súbitamente un largo amor. Es difícil pero hacélo, sea como fuere. Esta es la única salvación, esto es lo que debés dominar completamente. Hacélo, puedas o no puedas.
Dioses, si es propio de ustedes compadecerse o si alguna vez proporcionaron a alguien una última ayuda en el momento mismo de la muerte, préstenme atención, triste de mí, y si viví con pureza, arranquen esta peste y este mal de mí, que deslizándose subrepticiamente como una parálisis en lo hondo de mis miembros arrancó la felicidad de mi pecho entero. No pretendo ya que me retribuya lo que siento por ella, ni que quiera ser honesta, puesto que no es posible. Deseo curarme yo y hacer a un lado esta funesta enfermedad. ¡Dioses!, concédanmelo a mí por mi devoción hacia ustedes.[2]

Poema 109[3]:
Me prometés, vida mía, que este amor nuestro del uno al otro será para siempre feliz. Dioses venerables, hagan que ella pueda prometer de verdad, y que hable sinceramente y de corazón, para que sea posible por el resto de la vida continuar eternamente este pacto de sagrada amistad.

Poema 72[4]:
En otro momento decías, Lesbia, que sólo admitías a Catulo y que ni a Júpiter querrías tener en vez de a mí. Entonces me enamoré de vos no como el vulgo, de su amante; sino como un padre ama a sus hijos y a su linaje. Ahora yo admito quién sos. Por eso, aunque ardo vivamente, me sos mucho más vil y traidora. Me preguntás cómo es posible. Porque una injusticia tal obliga a desear más pero a apreciar menos.

Poema 85[5]:

Te odio pero te deseo, quizás quieras saber por qué, no lo sé pero es así y me desgarro.

Poema 75 [6]:
Por tu culpa, Lesbia, mi espíritu fue arrojado hasta aquí, y de tal forma se extravió a si mismo debido a su fidelidad que ya no es capaz de apreciarte aunque te vuelvas la mejor, ni es capaz de dejar de desearte aunque hagas de todo.


Poema 70[7]:
Mi mujer dice que con nadie quiere casarse excepto conmigo; ni siquiera si Júpiter en persona se lo pidiera. Eso es lo que ella dice, pero lo que una mujer le dice a su amante lleno de deseo hay que escribirlo en el viento y el agua que corre.

Poema 58[8]:
Celio, nuestra Lesbia, Lesbia aquella, aquella Lesbia, la única que Catulo amó más que a sí mismo y a todos los suyos; ahora por las esquinas y los callejones se la chupa a los descendientes del magnánimo Remo.

Poema 16
Yo me los voy a culear y voy a hacer que me la chupen, a vos, Aurelio, culo roto y a vos, Furio, que sos una loca bailarina. Ustedes, que de mis versitos, porque son un poquito delicados, opinaron que yo soy un desvergonzado. Pues, el poeta en persona debe ser respetuoso y recatado, pero no hace falta que lo sean sus versitos que finalmente tienen sal y pimienta si son un poquito delicados y desvergonzados, y sí también pueden provocar aquello que excita, no digo a los jóvenes, sino a esos peludos que no se les para la pija. ¿Ustedes, porque leyeron mis “muchos miles de besos” me creen menos macho? Yo me los voy a culear y voy a hacer que me la chupen[9].


Poema 5:
Vivamos, Lesbia mía, y amemos; que los habladurías de los muy severos viejos todos juntos no valgan ni un centavo para nosotros. Los soles pueden morir y renacer, una vez que muera una breve luz, una única noche eterna nos queda dormir. Dáme mil besos, luego cien, luego otros mil, por segunda vez cien, después hasta otros mil, luego cien...finalmente, cuando sumemos muchos miles, los confundiremos para no entender, ni para que ningún desgraciado pueda envidiarnos cuando sepa que son tantos besos.[10]

Poema 51[11]:
Aquél me parece ser un dios, aquél, si no es una impiedad, me parece superar a lo dioses, el que, sentado frente a vos, constantemente te observa y escucha tu dulce reír. Miserable, esto desgarra todos mis sentidos, pues tan pronto como te veo, Lesbia, nada resta de mí….La lengua se entorpece, una tenue llama fluye por debajo de los miembros, los oídos tintinean con su propio sonido, las lámparas gemelas de mi rostro se cubren con noche.
El ocio, Catulo, te molesta, con el ocio te regocijás y te alegráas demasiado: El ocio, otrora, perdió a reyes y prósperas ciudades.


[1] Miser Catulle, desinas ineptire,/et quod uides perisse perditum ducas./fulsere quondam candidi tibi soles,/cum uentitabas quo puella ducebat/amata nobis quantum amabitur nulla./ibi illa multa cum iocosa fiebant,/quae tu uolebas nec puella nolebat,/fulsere uere candidi tibi soles./nunc iam illa non uult: tu quoque impotens noli,/nec quae fugit sectare, nec miser uiue,/sed obstinata mente perfer, obdura./uale puella, iam Catullus obdurat,/nec te requiret nec rogabit inuitam./at tu dolebis, cum rogaberis nulla./scelesta, uae te, quae tibi manet uita?/quis nunc te adibit? cui uideberis bella?/quem nunc amabis? cuius esse diceris?/quem basiabis? cui labella mordebis?/at tu, Catulle, destinatus obdura.

[2] Siqua recordanti benefacta priora uoluptas/est homini, cum se cogitat esse pium,/nec sanctam uiolasse fidem, nec foedere nullo/diuum ad fallendos numine abusum homines,/multa parata manent in longa aetate, Catulle,/ex hoc ingrato gaudia amore tibi./nam quaecumque homines bene cuiquam aut dicere possunt/aut facere, haec a te dictaque factaque sunt./omnia quae ingratae perierunt credita menti./quare iam te cur amplius excrucies?/quin tu animo offirmas atque istinc teque reducis,/et dis inuitis desinis esse miser?/difficile est longum subito deponere amorem,/difficile est, uerum hoc qua lubet efficias:/una salus haec est. hoc est tibi peruincendum,/hoc facias, siue id non pote siue pote./o di, si uestrum est misereri, aut si quibus umquam/extremam iam ipsa in morte tulistis opem,/me miserum aspicite et, si uitam puriter egi,/eripite hanc pestem perniciemque mihi,/quae mihi subrepens imos ut torpor in artus/expulit ex omni pectore laetitias./non iam illud quaero, contra me ut diligat illa,/aut, quod non potis est, esse pudica uelit:/ipse ualere opto et taetrum hunc deponere morbum./o di, reddite mi hoc pro pietate mea.
[3] Iucundum mea uita mihi proponis amorem /hunc nostrum inter nos perpetuumque fore. /di magni. facite ut uere promittere possit. /atque id sincere dicat et ex animo. /ut liceat nobis tota perducere uita /aeternnum hoc sanctae foedus amicitiae.
[4] dicebas quondam solum te nosse Catullum /Lesbia. nec prae me uelle tenere Iouem. /dilexi tum te. non tantum ut uulgus amicam. /sed pater ut natos diligit et generos. /nunc te cognoui. quare etsi impensius uror. /multo mi tamen es uilior et leuior. /qui potis est inquis. quod amentem iniuria talis /cogit amare magis sed bene uelle minus.
[5] Odi et amo. Quare id facias, fortasse requiris/necio sed fieri et excrucior.
[6] huc est mens deducta tua mea Lesbia culpa./atque ita se officio perdidit ipsa suo. /ut iam nec bene uelle queat tibi si optima fias. /nec desistere amare omnia si facias.
[7] nulli se dicit mulier mea nubere malle /quam mihi. non si se Iuppiter ipse petat. /dicit. sed mulier cupido quod dicit amanti /in uento et rapida scribere oportet aqua.

[8] Caeli, Lesbia nostra, Lesbia illa/illa Lesbia, quam Catullus unam/ plus quam se atque suos amavuit omnes/ nun in quadriuiis et angioportis/glubit magnanimi Remi nepotes.
[9] Pedicabo ego vos et irrumabo,/ Aureli pathice et cinaede Furi, / qui me ex versiculis meis putastis, / quod sunt molliculi, parum pudicum. / nam castum esse decet pium poetam/ ipsum, versiculos nihil necessest; / qui tum denique habent salem ac leporem, /si sunt molliculi ac parum pudici / et quod pruriat incitare possunt, / non dico pueris, sed his pilosis,/qui duros nequeunt movere lumbos. /vos, quod milia multa basiorum /legistis, male me marem putatis? /pedicabo ego vos et irrumabo.

[10] Vivamus, mea Lesbia, atque amemus, /habladuríasque senum severiorum /omnes unius aestimemus assis. /soles occidere et redire possunt: /nobis, cum semel occidit brevis lux, /nox est perpetua una dormienda. /da mi basia mille, deinde centum, / dein mille altera, dein secunda centum, /deinde usque altera mille, deinde centum. /dein, cum milia multa fecerimus, /conturbabimus illa, ne sciamus, /aut nequis malus invidere possit, /cum tantum sciat esse basiorum.
[11] Ille mi par esse deo videtur, /ille, si fas est, superare divos, /qui sedens adversus identidem te / spectat et audit //dulce ridentem, misero quod omnes /eripit sensus mihi: nam simul te, /Lesbia, aspexi, nihil est super mi // /lingua sed torpet, tenuis sub artus /flamma demanat, sonitu suopte /tintinant aures geminae, teguntur / lumina nocte. //otium, Catulle, tibi molestum est: /otio exsultas nimiumque gestis: / otium et reges prius et beatas / perdidit urbes.

3 comentarios:

Franco dijo...

Buenísimo traducir al "argentino" a poetas clásicos. Me parece una buena decisión estética. Hay como una "respiración del idioma" (diría Juan José Hernández) que no es la misma en España que en Argentina: más allá de lo tangible en el ritmado y la versificación, un octosílabo o un endecasílabo no suenan igual en castellano argentino que en castellano español, le parece a mi oído.
A veces, las traducciones gaitas de poetas clásicos le suenan a un oído no español bastante ripiosas (y ni hablemos de las traducciones gaitas hechas por no españoles).

después del accidente dijo...

Qué bueno encontrar esta página! Tengo el libro de Catulo de Leonor y me encanta. Las traducciones son mis favoritas... Siento que me acercan realmente al autor, tal cual dice franco...

después del accidente dijo...

Qué bueno encontrar esta página! Tengo el libro de Catulo de Leonor y me encanta. Las traducciones son mis favoritas... Siento que me acercan realmente al autor, tal cual dice franco...